NORIEGA SALAVERRY, UNA IDEA HEROICA
La condición imprescindible para que una idea se realice en nuestro país es que su portador sea valiente y enfrente todos los peligros que pensar le puede ocasionar. TAF:.
Hace quince años, Ricardo Noriega Salaverry me otorgó el premio internacional “Ideas heroicas” en reconocimiento a mi producción literaria. La ceremonia se realizaba en Trujillo y Noriega Salaverry era presidente del Instituto de Desarrollo Ético de América y Gran Maestro de los masones del Perú.
Agradecí el honor, y comenté que la frase “ideas heroicas” era redundante en el Perú.
Lo supo y practicó Ricardo. Acaba de fallecer, y lo que hizo en su vida da testimonio de la bravura con que encaró vivir aquí. Quiero dar dos ejemplos:
1) REPSOL CONTAMINANTE
Abogado, además de empresario y animador cultural, inició una acción judicial contra lo que él llamaba “una organización criminal que ha asesinado el mar de Grau y ha hecho mofa de sus víctimas”. Se trata de la empresa petrolera española Repsol.
Los cargos son: crimen organizado, falsedad genérica, omisión de funciones, patrocinio ilegal, comisión por omisión, tráfico de influencias, encubrimiento, abuso de autoridad, falsedad ideológica e intimidación, entre los principales.
En la demanda, y a nombre de las 9043 víctimas de Repsol, Noriega Salaverry reclama por concepto de reparación civil en lucro cesante, daño personal, daño emergente y daño moral, la cifra de 1,697’594,580 soles.
Como se sabe, el derrame de petróleo de la multinacional española Repsol en las costas de Lima generó gravísimos daños en el ecosistema marino y terrestre y fueron vulnerados los derechos fundamentales de miles de personas y familias que dependían de la pesca artesanal como medio de subsistencia.
De otro lado, la magnitud del daño ocasionado por el derrame de crudo ha implicado la pérdida de más de 1850 especies de fauna silvestre. Como lo decía Ricardo: es un daño contra la humanidad.
¿Qué otro estudio de abogados se ha atrevido a exponer esta idea heroica? Estoy seguro de que el puesto del caído en la lucha tendrá pronto quién lo reemplace con igual bravura.
2) LA MUERTE CIVIL
La otra idea asumida por Ricardo fue la de emprender una ofensiva contra la brutal “ley de muerte civil”, aquella que echa de sus puestos a personas que ya penaron décadas de cárcel por su participación en la guerra interna del siglo pasado. Reducidos casi a la indigencia, se les impide ahora trabajar para sostener a sus familias y además pagar la cuantiosa reparación civil.
Esta ley es bárbara, por el solo hecho elemental de que no se puede legislar para el pasado y no pretende sino despedazar al reo. Ninguna ley tiene fuerza ni efecto retroactivo, salvo en materia penal, cuando favorece al reo.
Formular leyes de ese contenido significa desconocer los principios fundamentales del derecho e ignorar que en 1215 los súbditos de Juan de Inglaterra lo obligaron a firmar la Carta Magna que consagraba esos derechos y con ello cambió la historia y el mundo amaneció civilizado.
A sabiendas de que casi todos le cerrarían las puertas en el 2011, Noriega armó una lista electoral y comprendió en ella a personas que ya habían sufrido cárcel por la guerra interna del siglo pasado.
Ocurrió antes y volvería ocurrir en el planeta como fue el caso del luchador Nelson Mandela quien salió de la cárcel y pasó al gobierno de Sudáfrica para reemplazar con democracia el feroz apartheid. Después de él, hay una lista que incluye a Vilma Rouseff, Pepe Mujica, Álvaro García Linera, Salvador García Cerén y Gustavo Petro, entre otros.
Con las palabras y actos de Ricardo, siento y pienso que en el Perú hay que unirse para salvar a la civilización.
Recuperar la democracia es una tarea que no pertenece tan solo a la gente de izquierda. Corresponde a los liberales y a los conservadores, a los moderados y a los centristas, a los cristianos y a los agnósticos y a todos los que creen en la superioridad y la gloria de la raza humana.
Noriega Salaverry lo sabía. Por eso, con la escuadra y el compás, puso heroísmo en todas sus ideas.