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KISSINGER HA MUERTO CON RETRASO

A los 100 años de edad, Henry Kissinger acaba de morir. Muere con 100 años de retraso.

Por Eduardo González Viaña

Publicado: 2023-12-06


A los 100 años de edad, Henry Kissinger acaba de morir. Muere con 100 años de retraso.

Según decía él, una vez que pasas del centenar de muertos, ya te da lo mismo mil que un millón y entras en la categoría de “estadista”.

Los historiadores del siglo XX estiman que las acciones de HK, entre 1969 y 1976, como asesor de seguridad nacional y secretario de estado de los Estados Unidos, dejaron un mínimo de tres o cuatro millones de personas muertas. O sea que era realmente un estadista.

¿Se acuerdan ustedes de los campesinos cuyas tierras eran regadas con Napalm en América Latina o en Vietnam? ¿Han visto las imágenes de mujeres y niños arrastrados por la furia de las llamas en decenas de países? Eso lo hizo, lo ordenó o lo predicó Henry Kissinger.

Una bestia –tal vez peruana, tal vez japonesa– baja de un avión que conduce a sus prisioneros durante la guerra interna y proclama a gritos entre los periodistas que lo reciben que ha estado torturando a un prisionero allá arriba y que lo amenazaba con hacerlo “volar”. Se siente feliz de elogiar a un criminal vecino: “Él se llama Pinochet. A mí deben decirme Chinochet”.

Pero no dice toda la verdad. Las instrucciones y la doctrina le han llegado desde Washington. Es el dogma Kissinger.

“Vivimos en un tiempo maravilloso en el que el fuerte es débil debido a sus escrúpulos y el débil se fortalece debido a su audacia”, dijo Henry Kissinger, y añadió: “Un país que exige la perfección moral en su política exterior no logrará ni la perfección ni la seguridad”.

Como vemos, la amoralidad es parte fundamental de su evangelio que, en su época e incluso en la presente, ha continuado siendo un manual de genocidas. No tan solo tiranos y políticos de nuestras tierras lo usan sino que también sirve a la servidumbre de los poderosos para engolar la voz, desdeñar los derechos humanos y rechazar a los organismos internacionales que los protegen.

No se termina allí el evangelio de HK: las desapariciones misteriosas, el secuestro de niños y la carcelería de inocentes forman parte de una historia por la cual algún día nuestros países tendrán que avergonzarse y pedir perdón.

Solamente un ejemplo: para instigar el golpe de Estado en Chile (1973), la CIA proporcionó generosamente armas, fondos e incluso seguro de vida para los militares que participaron en la destitución de su comandante en jefe, el general René Schneider, quien se oponía al golpe.

Al comandante en jefe lo balearon sus subordinados y murió tres días después. El archivo de seguridad nacional llama a este hecho “uno de los casos más legendarios de partición estadounidense en el asesinato de líderes extranjeros”.

Una grabación desclasificada del golpe de estado en Santiago nos hace escuchar un diálogo entre Pinochet y uno de sus generales.

Carvajal: Bien. Conforme. Rendición incondicional y se le toma preso, ofreciéndole nada más que respetarle la vida, digamos.

Pinochet: La vida y su integridad física y enseguida se le va a despachar a otra parte.

Carvajal: Conforme. Ya… Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país.

Pinochet: Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país, pero el avión se cae, viejo, cuando vaya volando…

Lo que no saben ambos es que se han atrasado diez minutos en cumplir las órdenes que desde Washington les está enviando Henry Kissinger.

HK era judío y nació en Alemania. Con sus padres huyó a los Estados Unidos en los días del nazismo. Nadie podría haber adivinado que se aliaría con las mismas fuerzas y clases afines al hombre del bigotito.

Sin embargo, él también dijo: “Si no hubiera sido por el accidente de mi nacimiento, habría sido un antisemita”.

A los 100 años, Henry Kissinger acaba de morir. Muere con 100 años de retraso.

Es bueno saber que el gobierno del Perú ha sido uno de los primeros (el pasado jueves 30 de noviembre) que se ha apresurado en enviar sus sentidas condolencias. Sin comentarios.



Escrito por

EDUARDO GONZALEZ- VIANA

Novelista, periodista y profesor universitario en Estados Unidos, Eduardo González Viaña publica cada semana la columna “Correo de Salem” que aparece en diarios de España y de las Américas. Inmigración, cultura y análisis político son sus tópicos más frecuente


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El correo de Salem

Un blog de Eduardo González Viaña