RAMÓN CASTILLA, ACTOR CINEMATOGRÁFICO
La película está basada en mi novela del mismo nombre – publicada por el fondo editorial de la Universidad César Vallejo-y será conducida por el excelente director y productor Eduardo Guillot,
A 156 años desde su fallecimiento, el más importante de los presidentes peruanos, Ramón Castilla, acaba de ganar un nuevo galardón. En el Concurso Nacional de Largometrajes del Ministerio de Cultura se ha adjudicado, por unanimidad, el premio al proyecto “EL LARGO CAMINO DE CASTILLA”.
La película está basada en mi novela del mismo nombre – publicada por el fondo editorial de la Universidad César Vallejo-y será conducida por el excelente director y productor Eduardo Guillot, quien ha sobresalido en films como la miniserie “Matalaché” y las películas “Caiga quien caiga” y “La pasión de Javier”.
A los quince años, Ramón Castilla se alistó en el ejército realista y luchó contra las tropas emancipadoras en las batallas de Yerbas Buenas, San Carlos, Membrillar y Rancagua. A los diecinueve años fue herido y tomado prisionero en Chacabuco, batalla en la que se decidió la independencia de Chile. Por eso, tuvo que cruzar a a pie la Cordillera de los Andes en calidad de prisionero de guerra hacia Buenos Aires.
En la capital argentina, la mayoría de antiguos soldados realistas optaron por la sensata decisión de casarse con mujeres de ese país y establecerse allí. Muchos otros se plegaron al ejército de la libertad.
Sin embargo, Castilla sentía que debía cumplir su compromiso como soldado del rey y escapó a Río de Janeiro, desde donde esperaba tomar un barco para regresar a su tierra y reintegrarse a su ejército.
Eso era imposible. Entonces, decidió regresar al Perú caminando. Lo hizo durante un año en que atravesó las selvas del Matto Groso, siguió por los territorios guaraníes y de Bolivia, hasta llegar finalmente a su destino.
En Lima, el virrey lo recibió como un héroe, pero Castilla al poco tiempo se puso al lado del bando patriota y es uno de los héroes de la batalla de Ayacucho.
Hace algunas décadas estuve en Río de Janeiro y mi buen amigo, el entonces cónsul peruano Miguel Palomino De la Gala, me llevó a recorrer los lugares por donde había caminado nuestro compatriota.
Ello se convirtió luego en un compromiso que por fin he cumplido al publicar, el anteaño pasado, mi libro “El largo camino de Castilla”.
Ramón Castilla es el verdadero edificador de la República. No tan solo comenzó por establecer instituciones fundamentales como el presupuesto de la nación, por ejemplo, sino que también abolió la esclavitud y el tribuno indígena. Irracionalmente, los indígenas tenían que pagar con su trabajo por vivir en su propia tierra. Eso no había sido ni siquiera tocado por la Independencia. Castilla lo cambió.
He buscado en los archivos la bitácora de Fernando Cacho, el oficial español que acompañó a Castilla en su extensa travesía. Por otro lado, he viajado por el Matto Groso, Paraguay y el Altiplano y, por fin, he trabajado algunos meses en finalizar el libro. Confieso que todo eso me brindó mucha satisfacción, pero el más grande y alentador premio es llegar a realizar una película sobre don Ramón Castilla y su largo recorrido hacia el Perú.