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EL ESCRITOR DE TRUJILLO 2021

Dentro de las conmemoraciones del bicentenario de la independencia de Trujillo y del Perú, el gobierno regional- que preside Manuel Llempén Coronel- acaba de otorgarme el reconocimiento de Escritor de la Libertad 2021. Soy, pues, el escritor de Trujillo, la más querida y querible ciudad de mi vida.

Por Eduardo González Viaña

Publicado: 2021-08-24


Dentro de las conmemoraciones del bicentenario de la independencia de Trujillo y del Perú, el gobierno regional- que preside Manuel Llempén Coronel- acaba de otorgarme el reconocimiento de Escritor de la Libertad 2021. Soy, pues, el escritor de Trujillo, la más querida y querible ciudad de mi vida.

Trujillo la primera ciudad del Perú en proclamar la independencia… y en mantenerla como lo reconocerían y celebrarían San Martín y Bolívar.

Y es, por fin, la tierra en que César Vallejo y Ciro Alegría al igual que el filósofo Antenor Orrego, el líder Víctor Raúl Haya de la Torre, el pintor Macedonio de la Torre y el luchador social Luis de la Puente Uceda concibieron, diseñaron y fundaron lenguajes diferentes y tremendas utopías.

Se dice que es una locura escribir un libro. En Trujillo, sería una locura no escribirlo cuando se puede hacerlo. En esta ciudad, compuse y publiqué el primero de los míos que ya van llegando a setenta.

Se llama “Los peces muertos”. Javier Sologuren tuvo la bondad de prologarlo. Sebastián Salazar Bondy diría que se anunciaba un formidable escritor y una promesa… que, por mi parte, trato con dificultad de cumplir.

A la semana de editado, mi ingenuidad me hizo creer que los gratos comentarios aparecidos en los periódicos de Lima habían motivado un best-seller, pero no era así. Inés de Guijón, de la “Librería Peruana” de Trujillo, estaba encomendada por el destino de comunicarme una de las primeras decepciones de mi vida: “Lo siento. Solamente cinco personas han venido a comprar tu libro”.

Aconsejado por mis amigos del grupo “Trilce”, decidí ser, además de escritor y editor, el primer vendedor de “los peces”.

Con varios ejemplares bajo el brazo, me encaminé al café “Demarco” de Trujillo. En una mesa del mismo, rodeado por un grupo de probables seguidores, hacía tertulia un caballero anciano, delgado, imperioso, con el aura de aquellos que alguna vez han ejercido el poder y no se acostumbran a su carencia.

Era don Octavio Alva, cacique político de Cajamarca y del norte peruano durante más de medio siglo, diputado, senador, ministro de varios regímenes, hacendado todopoderoso y, por cierto, acérrimo conservador.

–Señores, como los lectores no se acercan a las librerías, un escritor está frente a ustedes para ofrecerles su primer libro…

Don Octavio, a quien yo no conocía personalmente hasta ese momento, interrumpió mi discurso para preguntarme quién era mi padre ya fallecido entonces, revelar de inmediato que era su primo hermano, un parentesco que yo ignoraba, y proclamar ante el grupo:

–Señores. Este joven es mi sobrino. En consecuencia, tiene que ser un gran escritor. Ustedes tienen que comprar el libro, y yo me convierto en su primer canillita.

Muchos años antes, el cacique había sufrido la única derrota de su vida en elecciones a manos de mi padre quien era candidato del entonces izquierdista partido aprista. Aquella rivalidad hacía que yo desconociera ese parentesco.

El anciano político, en un gesto que no olvidaré jamás, recorrió mesa por mesa aquel café y el vecino ofreciendo Los peces muertos a boquiabiertos parroquianos que no pudieron hacer otra cosa que comprarlo.

Por esta locura de escribir, me han hecho miembro de número de Academia Norteamericana de la Lengua Española, Correspondiente de la Academia Peruana y de la Real Academia Española.

En 2016, mi libro “El camino de Santiago” se situó entre los 3 finalistas del concurso mundial de novela de la editorial Planeta, y antes he ganado el premio Rulfo de cuento y, por cierto, el premio nacional de fomento a la cultura, entre muchas condecoraciones, pero ninguna se acerca a la de ahora.

Con mi primer libro, descubrí que la literatura no haría de mí un buen partido y que nunca viviría de ella, pero me ha colmado de amor y me ha dado los valores que se requieren para ser un hombre decente. Además, he tenido como canillita a un senador de la república y me acaban de nombrar “el escritor de Trujillo 2021”


Escrito por

EDUARDO GONZALEZ- VIANA

Novelista, periodista y profesor universitario en Estados Unidos, Eduardo González Viaña publica cada semana la columna “Correo de Salem” que aparece en diarios de España y de las Américas. Inmigración, cultura y análisis político son sus tópicos más frecuente


Publicado en

El correo de Salem

Un blog de Eduardo González Viaña