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¡Chesumare!

No sé qué pecado estamos pagando. El Congreso es una institución que ha desnaturalizado el conjunto de funciones que tiene atribuidas. ¡Chesumare!

Por Eduardo González Viaña

Publicado: 2020-07-15

Arturo Corcuera se iba a casar ese domingo. La ciudad donde vivía su novia quedaba a una hora de Madrid, y el poeta era conducido por un cónsul peruano tan despistado como él que ingresó por el carril opuesto por una carretera de dos pistas. 

No tardaron en encontrarse -casi toparse— con un vehículo que venía por el sentido contrario. Los ocupantes saltaron a tierra, y uno de ellos lanzó un sonoro : “¡Chesumare!”.

En los años setenta, el máximo improperio sudamericano todavía no era muy conocido en España, y por eso fue que los pasajeros en vez de irse a los golpes se identificaron:

—¡Peruanos!

—Sí, peruanos. — Tanto fue el gusto de conocerse que Arturo los invitó a su boda.

Cervantes decía: “hideputa. Puta” Y eso era lo más violento. Sin embargo, la expresión sudamericana tiene un sentido mayor. “Vete a chesumare...” es la frase completa y significa volver a los orígenes, desaparecer, no haber existido nunca. En el caso cervantino, queda el consuelo de haber tenido una progenitora de mal vivir.

Estas reflexiones lingüísticas provienen de haber escuchado a un congresista peruano que refiriéndose al presidente del Perú dijo:

— ¡Se cag... el chesumare...!

Diethell Columbus, el boquita de caramelo, no es un sabio lingüista ni está dedicado a quehaceres metafísicos. Se trata más bien de un fujimorista , y desde el periodo congresal pasado, sabemos que estas personas son expertas en conseguir licenciaturas, maestrías y doctorados muchas veces sin haber terminado la primaria.

Como se recordará,, el sabio de esa misma bancada Bienvenido Ramírez señaló que “leer y estudiar causan el síndrome de Alzheimer”.

Lamentablemente, la sabiduría de este “partido” es contagiosa. A comienzos de esta semana la Mesa Directiva organizó un Pleno virtual descentralizado. No entendemos cómo siendo virtual tuvieron que usar un avión y llevar a sus asesores y personal técnico para darle soporte al mismo.

Pero ellos lo toman como un sacrificio patriótico y así se puede ver en las palabras del vicepresidente, Luis Valdez Farías , quien señaló que “no hay mejor forma de gobernar y representar que no sea ensuciándose los zapatos”.

Me extraña que llegar a Trujillo implique ensuciarse los zapatos y mucho menos si la reunión “virtual” se realiza en el hotel más lujoso de la misma.

En el Congreso del Perú, no hay verdaderos partidos políticos sino vientres de alquiler y clubes que se forman con ocasión de las elecciones, y en la mayoría de los cuales, sin elecciones internas, es evidente que las cúpulas subastan las candidaturas

En su afán de recuperar su mísera popularidad, ahora el Congreso plantea la suspensión o congelamiento del cobro de todo tipo de endeudamiento contraído por personas naturales con las empresas bancarias y financieras. Eso es jugar con fuego porque podría significar la destrucción del sistema bancario.

No sé qué pecado estamos pagando. El Congreso es una institución que ha desnaturalizado el conjunto de funciones que tiene atribuidas. ¡Chesumare!


Escrito por

EDUARDO GONZALEZ- VIANA

Novelista, periodista y profesor universitario en Estados Unidos, Eduardo González Viaña publica cada semana la columna “Correo de Salem” que aparece en diarios de España y de las Américas. Inmigración, cultura y análisis político son sus tópicos más frecuente


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El correo de Salem

Un blog de Eduardo González Viaña