CONGRESO Y BARBARIE EN EL PERÚ
¿BARBARIE EN EL PERÚ? Sí. Además, al igual que cuando se rechazó a los huérfanos, mucha perversidad… Y el griterío de un congreso de mediocres y facinerosos a los que más que el futuro del país le preocupa el sexo anal.
MAYO DE 1944 fue el mes más feliz en la vida de Isaac Rosemberg porque sus padres le anunciaron que la familia saldría de Berlín rumbo al Perú, un país muy bello.
El mundo se le vino abajo cuando su padre volvió del consulado con la información de que el Perú no recibiría judíos adultos, pero que acaso el pequeño Isaac podría viajar pretextando ser huérfano.
Quizás el niño se negó a partir en esas condiciones, pero su madre, Nancy Rosemberg, cosió su anillo nupcial y el de su esposo en un bolsillo secreto del abrigo infantil. “Cuando estés en ese país, si te falta algo, los vendes, hijito.”
No es cuento. Entre 1939 y 1944, el gobierno peruano dio instrucciones a sus consulados para negar las visas a los judíos que fugaban del horror nazi.
¿Y qué ocurrió en el congreso peruano durante esos años? En el libro “Estación Final” , Hugo Coya describe un debate parlamentario. Un congresista ayacuchano de apellido Calle pidió que el Gobierno reportara el número de judíos residentes en el Perú.
El diputado por Lima, Juan Luna, respaldó ese pedido y solicitó establecer una cuota de inmigración que permitiera ‘proteger la nacionalidad’. Aparentemente, el resto de la sesión estuvo dedicado a meditar en las razones teológicas del “castigo de Dios.”… Casi como ahora.
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EL AÑO PASADO, EN VÍSPERAS DEL DÍA DE LA MADRE, la peruana Nancy Madrid, antropóloga de profesión, estaba muy feliz porque con el sueldo de ese mes, compraría la bicicleta que su hijo menor le estaba reclamando.
El mundo se le vino abajo cuando se enteró de que ya no tendría más sueldos. El Congreso peruano había decidido echarla de su puesto y castigar a la representante María Elena Foronda en cuya oficina trabajaba. Se alegaba el hecho de que Nancy había pagado una larga prisión por haber integrado el ya desaparecido Movimiento Túpac Amaru.
No existía ley alguna que prohibiera esa contratación. En consecuencia, Foronda no era culpable de delito alguno y Madrid debería seguir trabajando.
...pero los congresistas fujiapristas pusieron en la calle a Nancy Madrid y, después, confeccionaron la norma jurídica.
LA LLAMADA “LEY DE LA MUERTE CIVIL”, engendro del actual Congreso, es anticonstitucional y bárbara. Por ella, se echa de sus puestos a personas que ya penaron décadas de cárcel y pagaron la reparación civil que se les impuso.
Se debería procurar su reinserción en la sociedad e incluso su participación en el sistema político democrático. Pero no es así, reducidos a la indigencia, se les impide ahora trabajar para sostener a sus familias.
ESA LEY ES NULA. Resulta increíble que nadie haya impugnado en el Congreso por el solo hecho elemental de que no se puede legislar para el pasado. Es decir, se dan leyes y penas para aquellos que, de hoy en adelante, infrinjan el orden. No para quienes ya pagaron sus culpas… y de ninguna forma para descuartizarlos.
¿Y EL PEQUEÑO ISAAC? ¿Viajó? ¿Volvió a reunirse con sus padres? La respuesta es que, probablemente, se vieron en el cielo.
En 1944, el Gobierno del Perú rechazó el pedido de admitir niños judíos huérfanos de guerra que iban a ser mantenidos y educados por los judíos residentes. Doscientos niños de 4 a 10 años de edad recibieron un portazo en la cara. En vez del Perú, los esperaban a su vuelta los hornos crematorios de Auschwitz.