#ElPerúQueQueremos

La Derrama, historia de unos zapatos negros

Nunca pensé defender al Sutep, pero la Derrama es un ente privado y, aparentemente, bien manejado. ALDO MARIÁTEGUI … y yo nunca pensé en citar a Aldo.

Por Eduardo González Viaña

Publicado: 2018-08-22



Por Eduardo González Viaña

La Derrama, historia de unos zapatos negros

Cuando mi tía Hulda se retiró del magisterio, recibió por concepto de Derrama una cantidad de dinero que le sirvió exactamente para comprar un par de zapatos negros. Eran los años 80.

El dinerito que, tiempo más tarde, recibió mi amigo Jorge por el mismo concepto le sirvió para agasajar a su esposa por sus Bodas de Plata con un pollo a la brasa. Ella, Liliana, aportó toda su Derrama para pagar la vuelta a casa en taxi.

Eso es lo que recibían luego de haber pasado la mayor parte de su vida cerca de la pizarra, la tiza, el borrador y sus alumnos.

En nuestro tiempo, un docente recibe de la Derrama – ahora administrada por los propios maestros- en primer lugar, un cheque decente en el que se han capitalizado todos sus aportes. Pero, no tan sólo eso. Además:

1) La posibilidad de adquirir techo propio. Tanto los créditos como las urbanizaciones de la Derrama ubicadas en diversas ciudades del país han permitido que miles de familias tengan una vivienda decorosa.

2) Créditos: el maestro, sea contratado, nombrado o cesante, puede acceder a préstamos de libre disponibilidad a tasas preferenciales. Ninguna entidad financiera en el Perú le ofrecería tanta posibilidad de acceso ni intereses tan bajos.

3) En nuestro tiempo, Jorge y Liliana habrían festejado sus Bodas de Plata, no en una pollería, sino en uno cualquiera de los 9 hoteles que ahora son propiedad de la Derrama. Se trata de los antiguos “hoteles de turistas” que siempre han sido los centros recreacionales del más alto nivel en el país.

4) En vez del par de zapatos negros, si Hulda se hubiera jubilado hoy podría haberse ido a hacer locuras en alguna de las tiendas “retail” que hoy ofrece la Derrama con productos como electrodomésticos, muebles y ropa.

5) Hulda escribe poesía mientras que Jorge y Liliana se conocieron en un concierto. La Derrama pone al alcance del maestro en nuestros días una variedad de cursos y eventos de formación y cultura así como ofrece el premio Horacio Zevallos para las diferentes ramas de la creación literaria y artística.

6) Por fin, como fruto de su extraordinario crecimiento económico, la Derrama Magisterial administra hoy “Crisol”, la más importante tienda de libros del país, que está entrando en el ramo editorial con libros que podrían ser una sorpresa de ventas.

Su historia es asombrosa. Comenzó a funcionar en marzo de 1966. La administración, en manos del Estado no capitalizó los aportes de los maestros sino que la hizo caminar hacia la bancarrota.

En esa situación y por demanda de los maestros peruanos, en 1984 el gobierno la transfiere al gremio magisterial unitario, el SUTEP y en 1988 incorpora al de educación superior En el 2000, la Derrama mejora sus servicios y se convierte en una institución moderna, administrada con sentido estratégico por los maestros y dirigida por una plana gerencial de altas calificaciones profesionales.

En el 2007, ocurrió algo similar a lo que vemos ahora. El gobierno de Alan García se espanta ante todo lo que están haciendo por sí solos los maestros. Cree que es necesario frenarlos, y prácticamente ordena la desafiliación para hacer desaparecer los fondos de la entidad.

En esos momentos, ocurre algo que también puede ocurrir en 2018. Los docentes se movilizan en todo el país y, a través de centenares de miles de cartas de autorización de descuento, renuevan su confianza en la Derrama Magisterial, la misma que por lo tanto es ahora una institución privada a la cual el gobierno de Vizcarra amenaza con intervenir.

¿Qué es lo que motiva al presidente y al ministro para hacer las declaraciones que han hecho y su feroz amenaza de intervenir la empresa de los maestros peruanos? Tal vez su propia incapacidad para darles un salario decente. O quizás el hecho de que una entidad de trabajadores del Estado está demostrando ser más competitiva que los propios bancos.

Hace un mes fui a dar una charla en la escuelita donde Heli Ocaña da clases a 26 alumnitos de primaria. Ocaña durante 4 años presidente de la Derrama, una entidad financiera gigante y en crecimiento continuo, y ahora ha regresado a ser maestro de aula. Como lo será apenas termine su gestión, el brillante Wálter Quiroz Ybáñez, su actual presidente. En el país de los audios, ésta es una lección de honestidad moral de los maestros.

Después de haber sido una entidad moribunda, en manos de los burócratas del ministerio de educación, ahora la Derrama figura entre las empresas más grandes del país. Se dice que en el Perú nada funciona. En el caso de Derrama, los maestros peruanos y, sobre todo su decencia, hacen la diferencia.


Escrito por

EDUARDO GONZALEZ- VIANA

Novelista, periodista y profesor universitario en Estados Unidos, Eduardo González Viaña publica cada semana la columna “Correo de Salem” que aparece en diarios de España y de las Américas. Inmigración, cultura y análisis político son sus tópicos más frecuente


Publicado en

El correo de Salem

Un blog de Eduardo González Viaña